Breve historia de amor
Un man, ya entrado en sus 30, llega a un chuzo a tomar cerveza. Otro, tambiEn entrado en sus 30, lo atiende. El primero pide una cerveza con gaseosa, esa que se llama Radler: mitad cerveza, mitad limo.
El segundo va por ella. Echa en un vaso de 400 ml, 200 ml de cerveza, 150 de limo y 50 de agua, aproximadamente. El vaso no estA del todo frIo, pues fue acabado de lavar, en una soluciOn 90 por ciento agua caliente, 10 por ciento jabOn Palmolive para loza, de ese que huele rico. El hombre espera a que el vaso se enfrIe un poco antes de entegrarlo; mientras tanto aprovecha para mirar de reojo a su compannera guapa. Ella estA concentrada preparando algunos cocteles para la mesa del fondo. Seguro son tres viejas, siempre piden cocteles, no les gusta el trago pero sI les gusta estar borrachas. Mientras ojea las pronunciadas curvas de su compannera, Esta se voltea y le sonrIe amablemente. El cree que ella cree que El es un huevOn, mientras que ella cree que El es una persona extraordinaria. No se sabrIa explicar el por quE de esta Ultima creencia, pues el segundo hombre no es particularmente particular, y sOlo se destaca por su talento para lavar bien la loza.
Ella estA convencida de que El no alberga ningUn sentimiento por ella, pues en tres meses que llevan trabajando juntos no ha demostrado nada. AUn asI tiene la esperanza de que uno de estos dIas le diga algo.
El primer hombre, mira el reloj un poco angustiado, tiene la cara roja, como si hubiese estado largo tiempo expuesto al sol. Y, en efecto, lo estuvo, pues el domingo pasado, es decir, unas treinta horas antes de pedir la cerveza, estuvo en un BBQ en la casa de su novia, quien espera sea, en unas dos horas, su prometida; y por eso estA nervioso. Su novia se va a negar a casarse con El, El lo sabe pero cree que no o mantiene la esperanza de estar equivocado. Las razones de su negaciOn no serAn expuestas y el no sabrA por quE quien ha sido su novia por cuatro annos y le ha mostrado tanta devociOn, se negarA a estar a su lado para siempre.
El segundo hombre le acerca la Radler al primero, mientras Este se seca el sudor con un kleenex usado que tenIa en su bolsillo.
Sin ganas ya de tomar nada se acerca el vaso a la boca y da un ruidoso, pero no tanto como el del hombre del lado, sorbido. La mezcla cerveza - limo - agua, que el suponIa cerveza - limo, estaba a una temperatura poco Optima para calmar la sed y menos Optima para calmar los nervios. Aunque no se sabe realmente si una bebida frIa puede cumplir semejante tarea. Da otro par de sorbidos, menos ruidosos pero con el mismo decepcionante resultado sobre su sed y su nerviosismo. Se rebusca tres euros en el bolsillo y los deja en la mesa, mirando antes el reloj.
El segundo hombre comenta con su compannera, la guapa, sobre la chaqueta ochentera del hombre colorado que se acaba de ir sin dejar propina, haciEndola estallar en carcajadas. Mientras ella rIe El le pone la mano en la mejilla.