Se acabO el mundial

No sE si serAn las altas temperaturas o el hecho de haber tomado las costumbres alemanes de bannarme cada fin de semana. Tal vez aparte de mis precarias costumbres de higiene tambiEn estE la genEtica, pues recuerdo con cierta impresiOn una mannana en la ninnez en la que abrI un cajOn de medias de mi hermano, y un extravagante olor a perro muerto inundO la habitaciOn por tres semanas. Depronto, ademAs de mi poco higiene, los 40 grados del verano y la genEtica, estA tambiEn el hecho de comer quesos franceses, cuyo olor tan destacado probablemente se concentra en los pies. Pero, seguramente la razOn por la cual tengo semenjante pecueca, que ya me posee, es el mundial de fUtbol. Mi fiebre futbolIstica ha sido tal que ando en el dIa a dIa con guayos, llevo 30 dIas con la misma camiseta de la selecciOn X (prefiero no mencionar su nombre) que no participO en el mundial, y a pesar de los 40 grados mencionados uso medias de lana hasta las rodillas, por lo que mis pies sudan un poco mAs de lo normal, lEase: estAn siempre hUmedos. El olor ha llegado a un punto exasperante, no puedo ya dormir, mi compannero de apartamento se quejO preguntAndome si estaba coleccionando desechos orgAnicos, mi novio me dejO despuEs de querer darme un masaje en los pies y la Unica amiga que tengo no me perdona lo de los guayos. La felicidad de poder perder mi vida frente al televisor viendo los Unicos hombres que problabemente huelen peor que yo, correr detrAs de un balOn se acabO, no mAs guayos ni pie de atleta, no mAs dieta de salchicha, no mAs cerveza diaria ni medias de lana. Los Unico que quedan son los 40 grados y las mil tareas pospuestas por 64 partidos.